LINKS Y RECURSOS PARA LOS DOCENTES DE PRIMERA INFANCIA

 LINKS Y RECURSOS PARA LOS DOCENTES DE PRIMERA INFANCIA



10 propuestas para trabajar la agresividad en los niños


Ana del Campo Pérez

Psicóloga y Maestra en Audición y lenguaje cuya trayectoria profesional ha estado orientada a la atención de las dificultades de aprendizaje en sentido amplio. Coordinadora de D-letras (psicología y logopedia a domicilio).

En ocasiones los niños pequeños manifiestan conductas como los enfados o pegar, que son señales externas de un problema interno. Estos comportamientos están expresando que tiene malestar a nivel emocional. Puede deberse a algún cambio familiar, reacción ante un estímulo que rechazan o a otro motivo.



Lo que está claro es que el niño está experimentando una serie de emociones que exterioriza a través de la ira.

No obstante, los educadores tenemos que enseñar a nuestros niños a expresar sus emociones negativas de una manera adecuada. Como toda persona, los niños tienen derecho a experimentar emociones negativas y los adultos debemos adoptar una mirada empática y comprensiva hacia estas emociones de nuestros hijos.

Es obvio que las conductas agresivas (pegar, insultar…) o potencialmente peligrosas no pueden permitirse. Para ello necesitamos primero comprenderles y después darles un patrón adecuado de conducta que ayude en cada situación.

De esta manera conseguiremos personas más adaptadas y más inteligentes emocionalmente.

¿Cómo podemos ayudarles?

  1. Verdaderamente, como educadores en general, debemos ofrecer un espacio y permitir la expresión de emociones negativas (tristeza, rabia, celos, frustración…) de los niños. Muchas veces, desvalorizamos las emociones de los niños y tratamos de negar o impedir que tengan emociones negativas.
  2. De esta manera, cuando comprendemos el malestar emocional de los niños, somos más capaces de acompañarles en su proceso, darles apoyo y contención, permitirles expresarse y canalizar este tipo de emociones.
  3. Cuando los niños pegan a otras personas o a nosotros, debemos darles una explicación breve y sencilla de que no deben hacer eso. Por ejemplo, decirle: eso no me gusta, me haces daño. Además de esta explicación, es muy importante que le enseñemos una alternativa a este comportamiento. Cuando el niño esté ya más tranquilo, podemos decirle que cuando se enfade te diga: estoy muy enfadado, o estoy triste, por ejemplo. Así le estamos enseñando una alternativa a pegar.
  4. De esta manera, además, le estaremos enseñando a verbalizar sus emociones, a ponerle palabras a lo que siente. Es importante que creemos espacios de diálogo en el que el niño pueda contar con palabras lo que le sucede. Podemos inventar cuentos en los que el protagonista habla de sus emociones. Esto le ayudará a desarrollar su expresión verbal.
  5. Por otra parte, es esencial tener en cuenta que los niños aprenden observando e imitando principalmente. Es muy importante que no vea comportamientos agresivos en las personas de su entorno.
  6. No debemos responder nunca con un cachete, ya que si nosotros pegamos, estaremos legitimando con nuestros actos esta conducta.
  7. Del mismo modo, debe evitarse la exposición del niño a otro tipo de conductas agresivas, como tonos de voz amenazantes, gritos o insultos, en la medida de lo posible. Por ejemplo, en la televisión es muy común que aparezcan estas actitudes. Sería positivo evitar que el niño viese contenidos televisivos de esta índole.
  8. Para evitar el comportamiento agresivo de los niños en el momento en el que éste se produce, es eficaz la distracción: tratar de distraer su atención a otro estímulo para que la conducta cese, siempre después de haberle dado la explicación (no me gusta, por ejemplo), como comentábamos anteriormente.
  9. Los castigos y las reprimendas no tienen mucho sentido para resolver este tipo de conflictos, Es más beneficioso el acompañamiento y la comprensión, junto con la breve explicación y el trabajo de expresión verbal de las emociones.
  10. Asimismo, es esencial reflexionar sobre qué necesidad emocional no cubierta está provocando el malestar (y su exteriorización a través de la ira y la agresividad) para poder dar respuesta a dicha necesidad una vez que se haya detectado.

Análisis del dibujo infantil: una forma de conocer más a tus estudiantes


El dibujo infantil puede ser una herramienta muy útil en educación, ya que puede servir para conocer la personalidad de los estudiantes, lo que puede contribuir a personalizar el aprendizaje y conseguir que sea más significativo. ¿Te animas a conocer las principales claves para analizar sus creaciones?



El dibujo es una forma de expresión, diversión, exploración y descubrimiento para los más pequeñosUna actividad que, por su carácter individual, empieza en edades muy tempranas y pasa por distintas etapas gráficas a lo largo de los años: el garabato, la fase pre-esquemática, la esquemática, el realismo y el pseudonaturalismo.

Para el análisis del dibujo infantil es imprescindible crear un ambiente tranquilo, favorable al aprendizaje y con diversidad de materiales. En el momento de evaluar debes tener en cuenta el proceso de realización del dibujo y no únicamente el resultado final, así como también es muy importante escuchar a los niños y niñas para que te cuenten el significado de sus propios dibujos y así poder contextualizarlos y analizarlos con más profundidad.

5 elementos a tener en cuenta al analizar el dibujo infantil

A continuación, te enumeramos algunos de los rasgos más destacados que debes considerar para analizar un dibujo de tus alumnos y alumnas:

  1. La posición del dibujo: Según la localización del dibujo en el soporte, podemos interpretar lo siguiente:
    • Si se divide el espacio en tres áreas horizontales, aquellos dibujos que queden en la parte superior corresponden a la parte intelectual, que se relacionan con la imaginación, la curiosidad y el deseo por descubrir cosas nuevas. Aquellos que se sitúen en el centro son dibujos que representan una mayor emotividad, mientras que los dibujos que se encuentren en la parte inferior indican las necesidades físicas y materiales que puede tener el niño o niña.
    • Si el área de dibujo se divide con tres líneas verticales, aquellos dibujos que queden en la parte izquierda pertenecen a individuos con preferencias por el pasado y mostrarán una falta de adaptación al presente e incluso introversión. Por su parte, aquellos que se sitúen en el centro corresponden a niños con interés por el presente y adaptación al mismo. Y, finalmente, los de la derecha corresponden a personas que tienen un interés por el futuro y que disponen de una gran capacidad de adaptación y de sociabilidad.
  2. La presión del trazo: Si el trazo tiene bastante presión, es decir, es fuerte, puede reflejar vitalidad, audacia y en algunos casos impulsividad o falta de control. Si el trazo es débil, se podría identificar con una falta de voluntad, fatiga física, timidez e inhibición de los instintos.
  3. Las formas: Las líneas rectas se asocian con cierta agresividad, en cambio las líneas curvas suponen suavidad, dulzura y emotividad, control sobre sí mismo y complicidad afectiva con las figuras de apego.
  4. Carácter del trazo: Cuando los trazos son continuos, representan seguridad, extroversión y sociabilidad. Cuando los trazos son fragmentados y se observan muchos borrones, se puede identificar cierta inseguridad e impulsividad.
  5. Los colores: Aunque su uso depende mucho de la edad del niño o niña y del contexto cultural al que pertenezca, podemos ver algunos ejemplos de los valores simbólicos que se han asignado a los diferentes colores. Cuando predomina el color rojo, se asocia a la vida, el ardor, el peligro, la energía. El amarillo simboliza la luz del sol y refleja felicidad, alegría, curiosidad. El azul representa la paz y la tranquilidad. El verde se asocia a una cierta madurez, sensibilidad e intuición. El negro se identifica con el miedo, lo desconocido, al prestigio y a la seriedad.

Estos son solo algunos de los aspectos posibles para considerar, pero existen otros muchos que también puedes investigar más a fondo en este trabajo y que deben tenerse en cuenta según la evolución madurativa y cognitiva de los alumnos, como el análisis de la figura humana u otras figuras como los animales, las casas, las flores, los coches…




Cómo ayudar a crear hábitos de orden en los niños

Ana del Campo Pérez

Psicóloga y Maestra en Audición y lenguaje cuya trayectoria profesional ha estado orientada a la atención de las dificultades de aprendizaje en sentido amplio. Coordinadora de D-letras (psicología y logopedia a domicilio).

Casi todos los niños tienden a ser desordenados, pero cada niño es diferente, algunos son muy meticulosos y organizados y otros no tanto, en su manera de actuar frente a las responsabilidades de limpieza, orden y tareas escolares y personales. El niño que tiende a ser desordenado normalmente responde a un determinado rasgo de personalidad desde el punto de vista psicológico. El niño con ese determinado rasgo de personalidad es desordenado por naturaleza y es algo que no puede evitar, es algo natural en él, podemos afirmar que nace con esa tendencia. Por lo tanto, no podemos pretender que se convierta en una persona metódica y tremendamente organizada, aunque sí podemos enseñarle a mejorar ese aspecto. Desde que son muy pequeños, debemos lograr que el niño entienda que cada uno tiene que responsabilizarse de sus cosas en casa o en el colegio, saber cuidarlas y colocarlas en su sitio.



Podemos fijar unas pautas de comportamiento que han de cumplir, entre las que sugerimos las siguientes:

  • Cada cosa en su sitio.  Hay que destinar sitios y espacios para sus cosas. Todo tiene que tener un lugar concreto donde colocarlo. Para ello, nosotros podemos idear un sistema que le facilite su colocación (cada tipo de cosas y colocarlas en estantes o cajas diferentes).
  • Colocar las cosas en lugares accesibles. Tenemos que facilitarle todo lo posible la posibilidad de coger y guardar sus cosas sin nuestra ayuda. Para ello, es necesario colocarlas en lugares de fácil acceso para ellos o bien, facilitarles un taburete estable en el que pueda subirse para coger y guardar sus cosas.
  • Desde muy pequeño el niño debe adquirir la costumbre de recoger sus juguetes cuando haya terminado de jugar. Al principio, es necesario que los padres estén con él y guarden juntos los juguetes, enseñándoles cómo hacerlo y mostrándoles que recoger todo lo que han sacado forma parte del juego.
  • Evitar acumular cosas innecesarias o inservibles. Cuando sus juguetes se estropeen y ya no sirven deberá deshacerse de ellos.
  • Procurar ser claros y precisos cuando queremos que ordene y limpie. Es más positivo utilizar frases en las que se concrete lo que esperamos que haga: “guarda los juguetes en sus cajas” o “cuelga la ropa en el armario”; y ser firmes en nuestra forma de pedírselo, no dando lugar a que nos diga “luego lo hago” o “espera un poco”.
  • Incentivar el orden. La mejor manera de incentivar el orden es utilizando elogios y reforzando comportamientos positivos.

Algunas orientaciones para mejorar esta situación son:

  • Ayudarle a realizar las tareas y ordenar con él/ella. Por ejemplo tomarse tiempo para arreglar con el niño su habitación para que aprenda a hacerlo mejor y mostrarle el resultado final.
  • Supervisión frecuente por nuestra parte. No debemos indicarle que haga algo y no volver a ello más, dando por hecho que lo hará por sí mismo todos los días.
  • Ser flexibles en la realización de las tareas. Si no lo hace perfecto no importa, lo importante es que lo haga, para crear un hábito. Los hábitos llevan tiempo para instaurarse (aproximadamente un mes realizándolos a diario).

¿Cómo ayudar a un niño desordenado? A continuación se recoge un procedimiento para llevar a cabo:

  • Podemos marcarle una tarea que debe cumplir durante 1 mes, pero primero enseñarle cómo hacerla, haciéndola con él.
  • Separa ese periodo en períodos más breves (por ejemplo 3 bloques de 10 días), para que la consecución de los objetivos no sea tan a largo plazo y pueda comprobar el resultado de manera más inmediata.
  • Motívalo a hacerlo ofreciéndole algo divertido para él, un refuerzo, cada vez que termine esos 10 días (o el bloque determinado, que puede ser menor). Por ejemplo una salida al cine, al parque, llevarlo con algún amigo, etc. Algo que a él le divierta.
  • Debemos recordarle a diario la tarea a realizar a la misma hora y del mismo modo.
  • Cada día que termine refuerza su trabajo efusivamente, y si hay algo que mejorar, explícale cómo hacerlo mejor la próxima vez, pero sin criticarlo.
  • Permítele tener un rincón desordenado o dentro de algún armario, es una necesidad que tiene.

Una vez hayamos instaurado el hábito, podremos observar que aunque esté acostumbrado a realizar esa tarea aún le costará continuarla, porque es algo que querrá evitar hacer a toda costa, y esto es normal. Sin embargo, si le reforzamos cada vez que lo realiza, reconocemos su esfuerzo no sólo ante él sino también ante otros miembros de la familia o amigos, lograremos que continúe realizando esa tarea con más ganas, sabrá hacerla mejor y se sentirá feliz.



La importancia del juego en la educación

Amaya Chamorro Díez

Llevo diez años ejerciendo mi profesión de Maestra en la etapa de Infantil en un colegio privado. Me encanta "REinventar", no seguir el camino marcado, buscar atajos ocultos. Soy autora del blog Pan Pam Apps.

Llevo diez años dedicada a la educación y cada día estoy más convencida de que el método más eficaz para enseñar (sea cual sea la edad) es a través del juego.





  • Hoy en día tenemos a nuestro alcance multitud de recursos y materiales que nos facilitan aún más nuestra tarea docente. ¿Por qué no usarlos?
  • No hace falta motivar a un alumno para jugar. ¿Por qué no aprovecharlo?
  • La imaginación crea inquietudes en el saber y en el hacer. ¿Por qué cortar esas alas?

El objetivo que persigo es demostrar que con la imaginación del profesor, algún que otro recurso básico y la motivación del alumno se consigue todo lo que nos propongamos en nuestra tarea docente.

Para ello, una pequeña muestra.

LA FIESTA DE LAS LETRAS
Actividad destinada a los alumnos que comienzan con la lectura.

Materiales necesarios

  • Globos grandes de colores.
  • Palabras con las letras que ya conocen.
  • Música.
  • Cartulina y pegamento.

Preparación del juego

Cada palabra estará escrita letra a letra en papeles individuales que los introduciremos dentro de un globo que posteriormente lo inflaremos y ataremos.

Habrá por lo menos un globo por niño, como mínimo.

Desarrollo del juego

Los globos estarán esparcidos por toda la clase.

Sonará la música y ellos bailarán libremente hasta que se pare la canción.

Es el momento para que cada uno de ellos coja un globo, lo explote y con los papeles que hay dentro forme una palabra con todas las letras y las peguen en la cartulina de manera correcta.

Gracias a este juego consigo animarles a la lectura, repaso las letras conocidas, pongo en funcionamiento los engranajes de pensamiento y todo ello, sin esfuerzo.

Si a todo lo anterior le añadimos un poco de inteligencia emocional (entendiéndola como Antonio Vallés Arandiga me lo hizo entender en una sesión formativa: “Lo que verdaderamente permanece en nuestra memoria es aquello que nos ha provocado una emoción. Bien sea una emoción positiva o negativa, pero emoción al fin y al cabo”), el éxito de nuestra tarea docente es rotundo.

Dejemos que disfruten de su propio aprendizaje, que sean ellos los que tomen las riendas de su educación y nosotros los guías.

Si en la educación infantil es así de fácil, ¿por qué no se sigue utilizando en las etapas posteriores? ¿Qué es lo que nos hace cambiar la metodología si se está demostrando día tras día que es efectiva?



Las cajas sensoriales: ¿se puede sentir el aprendizaje?


Laia Abad, Gina Aguirre y Sheila González

3 profesoras de Infantil y 1º de Primaria con una amplia formación y experiencia que, en catalán, castellano e inglés, buscamos mejorar e implantar nuevas metodologías basadas en el alumno y su desarrollo natural. Autoras de 3ways2teach.com.

Aprender utilizando los sentidos es algo que desarrolla la capacidad de conocer el propio cuerpo, sus sensaciones, desarrollar la imaginación y compartir experiencias en un grupo.




Los primeros aprendizajes y los más importantes que realizamos los seres humanos son a través de los sentidos: aprendemos a hablar escuchando, a reconocer objetos chupándolos, a familiarizarnos con nuestro entorno observándolo y miles de experiencias más. Es absurdo dejar de lado esta vía de entrada de aprendizaje en la escuela cuando es algo tan natural y cercano para los niños.  

La educación tradicional ha utilizado siempre el oído y la vista como única manera de enseñar y es por ello que decidimos crear una serie de Cajas sensoriales (también utilizadas en la metodología Montessori) para trabajar con nuestros alumnos multisensorialmente y provocar el aprendizaje de una manera distinta, pero… vamos a empezar desde el principio.

¿Qué es una caja sensorial?

Se trata de un recipiente en el que colocaremos algún material base que resulte agradable al tacto y a la vista, como por ejemplo: arroz, lentejas, arena, piedrecitas, bolitas de gel, canicas, agua, bolitas de poliestireno, semillas, pasta de sopa, plumas, espuma de afeitar, retales de tela, espaguetis hervidos… Aquí, por ejemplo, podrás encontrar una actividad interesante con legumbres.

¿Qué colocaremos dentro?

¡Tienes muchísimas opciones!

  1. Podemos dejar el material base y colocar cuencos, cucharas, rastrillos, pinzas o lupas para que puedan manipularlo, o simplemente dejar que se diviertan hundiendo sus manitas y sintiendo su tacto.

Cajas sensoriales | Tiching

  1. Pueden también colocarse objetos cotidianos como llaves, cucharas, botones, etc.
  2. Otra opción son las cajas sensoriales temáticas, donde se pueden colocar objetos sobre un tema concreto: otoño (piñas, castañas, hojas,…), animales, objetos de la clase, frutas, colores, etc.

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  1. Si son un poco más mayores, puedes introducir sus nombres, sus fotografías o incluso letras y palabras para apoyar de una manera sensorial el aprendizaje de la lectoescritura. Además, si enseñas una lengua extranjera, te ayudará mucho a provocar el lenguaje y ampliar el vocabulario.

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¿A qué edad puedo utilizarlas?

Se pueden empezar a presentar desde que un bebé se aguanta sentado, es decir, alrededor de los 6 meses y se pueden seguir utilizando incluso en los primeros cursos de primaria para introducir aprendizajes de lengua, matemáticas o ciencias. No existe un límite de edad, mientras veas que tus alumnos se interesan por ellas y les sirve para seguir aprendiendo.

Si te animas, además puedes incluir también el sentido del olfato perfumando objetos que coloques dentro o el del oído incluyendo objetos que suenen como cascabeles, maracas, pequeñas cajitas de música, matasuegras, silbatos, etc.

De cualquier forma y con cualquier material que introduzcas vas a conseguir desarrollar los sentidos y estimular el cerebro a la vez que les ayudas a adquirir vocabulario, conceptos, desarrollar su motricidad o simplemente conectar con otras personas y desarrollar el juego cooperativo.



7 divertidos recursos para aprender los colores en inglés

Aprender más de una lengua a una edad temprana facilita mucho su fluidez y aprendizaje. Es por ello que hemos preparado un listado con 7 recursos educativos para jugar, cantar, bailar, pintar y no parar de aprender. ¡Toma nota!


¿El tema? ¡Los colores en inglés! Todo un mundo de palabras nuevas por descubrir pasándolo en grande, mientras que se familiarizan con una nueva lengua. Además, hemos ordenado las propuestas de menor a mayor dificultad, para que los más pequeños puedan aprender de forma sencilla y natural. ¡Que empiece la diversión!

  1. Los nombres de los colores: Un entretenido vídeo de Cosas de Peques con sencillas ilustraciones para identificar los colores, repetir su pronunciación y recordar su escritura. ¡Genial para su primer contacto con el inglés y su vocabulario!
  2. The color train¿Eso que suena es el ruido de una locomotora? Here comes the train! Con este tren revisarán los colores de vagón en vagón, leyendo y también escuchando su correcta pronunciación. ¡Un vídeo imprescindible!
  3. ¿Cantamos?: Cantar siempre es una buena opción cuando se trata de descubrir nuevas palabras, aprender y pasarlo en grande. Una pegadiza canción acompañada de simpáticos dibujos, que te permitirá incluso imitar su coreografía. ¡Encantará a los más pequeños!
  4. Hello TeddyTeddy es un osito al que le encanta hacer travesuras y vivir un montón de aventuras. En este capítulo, Teddy se prepara para el verano pintando su casa y enseñando, uno a uno, todos los hermosos colores que utiliza para esta gran tarea veraniega.
  5. Fichas de educapeques: Aprender los colores es mucho más sencillo pintando. Educapeques comparte once estupendas fichas para colorear y relacionar cada uno de los colores con algunos objetos: Orange para una zanahoria, blue para un delfín…
  6. Type the coloursEl paso más difícil es lograr escribir los colores correctamente, sin errores ni faltas ortográficas. ¡Pero que nadie se asuste! Con este recurso educativo divertirse practicando es posible gracias a una máquina de escribir con mucha magia.
  7. Our colourful worldActividad muy completa de British Council, acompañada con materiales de comprensión. Un cuento interactivo protagonizado por Billy y Splodge, dos intrépidos astronautas que pilotan una nave espacial visitando en su viaje planetas de mil colores. ¡No te lo pierdas!


7 ideas geniales para ayudar a superar miedos infantiles


La oscuridad, el agua, la soledad, algunos animales…. Estos son algunos de los muchos terrores infantiles que los más pequeños pueden tener a lo largo de su infancia, un fenómeno universal y presente en todas las culturas, y que va desapareciendo paulatinamente con el crecimiento. Sin embargo, ¿qué puedes hacer para aminorar sus efectos? No te preocupes, a continuación te damos algunas ideas.



Los estudios muestran que los temores empiezan alrededor del primer año de vida y son más presentes entre los 4 y los 6 años de edad. A pesar de que en determinados casos puede ser necesaria la ayuda psicológica, la gran mayoría son simplemente una etapa más del desarrollo, por lo que hablamos de los llamados “miedos evolutivos”. Una buena comunicación, acompañada de juegos y reflexión, puede ayudar a hacer desaparecer los angustiosos miedos infantiles, mientras que darles mucha importancia o intentar exponerlos de manera directa solo podría empeorar la situación.

A continuación te proponemos 7 geniales ideas para que puedas ayudar a los más pequeños a superar sus miedos:

Cuentos educativos y aplicaciones

  • Guía imprescindible de monstruos: ¿Quién no ha temido al monstruo de debajo de la cama, de dentro del armario o de la oscuridad del pasillo? Con estos cuentos aprenderás a reírte de unos monstruos que, al final, resultarán más amistosos que peligrosos. ¿Cómo es el tuyo?
  • Bye Bye Fears: Una app creada con mucho mimo para ayudar a superar miedos a través del juego con personajes como Edredón o Gamberro, además de consejos para los padres. ¡Y cuenta con una versión gratuita disponible!

Contenidos audiovisuales

  • El cuento de los 7 PetsNuestros amigos de esta serie infantil nos explican su nueva aventura. ¿Conseguirá Selene vencer el miedo a la pelota que desarrolló después de recibir un pelotazo? ¡Descúbrelo junto a estos muñecos animados!
  • No tengas miedo: ¿Conoces a nuestro amigo Jelly Jamm? Canta y baila con él esta canción y descubrirás cómo los miedos pueden vencerse a base de música y carcajadas. Es muy pegadiza, ¿verdad?

Juegos y actividades

  • 7 juegos para perder el miedo a la oscuridad: La gallinita ciega, la bella durmiente o las sombras chinescas son algunos de los juegos que te ayudarán a convertir los temores en diversión. ¿Qué mejor manera de olvidarse de los miedos que pasando un buen rato en familia o con amigos?
  • La máquina de romper miedos: Imagina crear una máquina para poder destruir todo aquello que te angustia. ¡De eso se trata el juego que te proponemos! Identifica todos tus miedos y hazlos desaparecer para siempre con esta genial actividad.
  • Actividades para educación infantil: Quizá el tema del miedo parece algo complicado para tratar con los más pequeños, pero no lo será si se propone de la manera adecuada. ¿Qué te parece un fantasma come-miedos que nos ayude a comprender nuestros miedos y saber cuáles son útiles y cuáles no?


Los 10 recursos de Educación Infantil más utilizados



Seguro que alguna vez te has preguntado qué es lo que otros docentes hacen en sus clases, incluso qué recursos utilizan o cómo se las apañan para que los más pequeños aprendan mientras lo pasan en grande. ¡Pues hoy nos hemos propuesto echarte una mano para averiguarlo! ¿Te gustaría saber cuáles han sido los recursos para peques de 3 a 6 años que más han guardado los profes que están en Tiching?


Cortometrajes, educación emocional, idiomas… los temas son muy variados, pero todos ellos tienen en común ser los que más interés han despertado entre los docentes de Educación Infantil. Te los ordenamos por orden de uso, de mayor a menor. ¡No te los pierdas!

  1. Aprende a escuchar: El recurso más utilizado (¡se ha guardado en más de 780 bibliotecas de docentes!) trata sobre la importancia de aprender a escuchar a los demás, e incluye diferentes actividades para ponerlo en práctica. ¿Verdad que no hay nada más bonito que fomentar la atención y el respeto hacia los que nos rodean?
  2. Cortometraje “For the birds”: En segundo lugar nos encontramos este inolvidable cortometraje de Pixar, toda una obra de arte para reflexionar desde el humor sobre la tolerancia y el respeto hacia el diferente. Si aún no lo conoces, te lo recomendamos fervientemente. ¡No te lo pierdas!
  3. ¡Qué ruido!: Un genial recurso para que los más pequeños se aproximen al mundo de los delfines, aunque también tiene un importante contenido de concienciación medioambiental. Esta actividad interactiva permite escuchar los sonidos de los diferentes cetáceos, pero también de los ruidos producidos por los humanos y que provocan contaminación acústica de los océanos.
  4. Emociones: Dos interesantes juegos para que los alumnos trabajen con imágenes de situaciones cotidianas que son comunes a todas las culturas del mundo. A partir de ellas, se podrán extraer las emociones que sugieren y, así, reflexionar sobre cómo éstas son transversales a toda la humanidad. Interesante, ¿verdad?
  5. Pelayo y su pandilla Se trata de un recurso que contiene 75 guías didácticas sobre diferentes contenidos, actividades interactivas agrupadas por bloques de contenido (Identidad y Autonomía personal, Comunicación y Representación, y Medio Físico y Social). Las diferentes unidades tienen la misma estructura: atender, jugar, ver, oír, tocar e historieta.
  6. Signos de alerta en un dibujo infantil: En este artículo se recopilan algunos de los más destacados elementos de alerta (7, en concreto) que podemos encontrar en un dibujo de un niño o niña y que deberían ser analizados. ¿Qué piensan, qué sienten los más pequeños? Aprende a detectar qué hay detrás de los garabatos de tus alumnos.
  7. ¿Es bueno decir ‘no’ a los hijos?: Una pregunta muy habitual entre padres y madres, incluso a veces también entre docentes. ¿Es importante marcar límites a los más pequeños? Muchas veces un ‘no’, en lugar de perjudicar a los niños o hacerlos infelices, provoca que se desarrolle su carácter. Y tú, ¿qué opinas?
  8. La letra: Recurso didáctico que nos ofrece algunas ideas divertidas e ingeniosas para trabajar la letra de palo y el paso a las minúsculas de letra ligada o de imprenta. Porque la escritura se puede practicar con todo tipo de materiales: espaguetis crudos o cocidos, bastoncillos de pan o masa de pizza, chocolate en tableta o deshecho, etc. ¡Toda una aventura!
  9. Cómo solucionar los conflictos: Un interesantísimo listado que recopila 9 consejos para enseñar a los más pequeños a resolver los diferentes problemas que les irán surgiendo a lo largo de su vida. Generar debates pacíficos, fortalecer la autoestima, educar desde el propio ejemplo… ¿quieres más ideas?
  10. Juegos de inglés para niños: Este recurso incluye diferentes juegos en inglés para practicar la diversidad de vocabulario y la pronunciación de las palabras en lengua inglesa. Los más pequeños disfrutarán buscando objetos en inglés, ordenando letras, eligiendo las palabras correctas o poniendo a prueba su memoria.

10 ideas para trabajar de forma inclusiva en el aula


La educación inclusiva es uno de los mayores retos que la comunidad educativa tiene por delante. Como la maestra y psicóloga Coral Elizondo Carmona afirma en este artículo, se trata de “un modelo que habla de modificar el contexto en lugar de modificar al individuo, un modelo que percibe la diversidad como una parte más de la realidad humana y que valora y aprende con las diferencias”. ¡No te pierdas las 10 ideas fundamentales para trabajar de forma inclusiva en el aula!





La inclusión de las aulas depende de muchos y muy variados factores, como el contenido del curso, los métodos de enseñanza, la organización de clase… Sin embargo, recuperamos la entrevista que realizamos a Javier Tamarit para recordarte que lo realmente importante es creer en el valor de la inclusión de todo ser humano. Orientar la escuela al bienestar de todo alumno, y entenderla como un actor de transformación social en el que cada individuo tiene algo que aportar y crece como persona mediante su interacción con los demás.

Para ello, te proponemos 10 ideas para trabajar de forma inclusiva en el aula. Son solo un comienzo, pero esperamos que te sean de gran utilidad. ¡Toma nota!

  1. Conoce a tus alumnos: Recuerda que no todos los alumnos se encuentran en la misma situación y no todos trabajarán de la misma forma. El primer paso es conocer bien las las posibilidades y necesidades de cada uno de sus alumnos y alumnas. Es recomendable realizar un profundo trabajo de observación y una evaluación al comienzo de cada curso y de cada unidad, te será de gran ayuda a la hora de graduar los diferentes tipos de actividades a realizar.
  2. La diversidad, toda una fortaleza: Transmite (¡y cree!) que las diferencias que existen entre las personas son un valor positivo, que enriquece el grupo. Si tus alumnos y alumnas perciben que vives las necesidades de cada uno de ellos como una carga o un inconveniente y que lo único que aporta es más trabajo, será difícil hacerles creer lo contrario por medio de la teoría.
  3. Metodologías más activas: Las metodologías que promueven la participación del alumnado con la realización de actividades reales, actividades con contenido significativo que fomentan el pensamiento crítico y colaborativo, permiten que los estudiantes sean los protagonistas de su propio aprendizaje y que cada uno aporte lo mejor que tiene.
  4. Para aprender diferente, evalúa diferente: Para poder tener en cuenta las características y necesidades de todo el alumnado, debemos pasar de una evaluación tradicional centrada en la calificación a una evaluación que permita aprender del error. Asociar la evaluación al aprendizaje y no a la sanción o fracaso permite que los estudiantes pierdan el miedo a intentarlo y que cada uno pueda aprender a su propio ritmo.
  5. Actividades propuestas por nuestros alumnos: ¿Y si dejamos que sean ellos los que sugieran qué tipo de proyectos les gustaría realizar? Es importante que nuestros estudiantes se sientan protagonistas en el aula, por lo que dejar que fomenten la creatividad, motivación e iniciativa y propongan actividades para trabajar contenido de las asignatura puede ser una genial idea.
  6. ¿Has probado ya las tutorías grupales?: Puede ser muy interesante guardar un tiempo entre horas lectivas para hacer tutorías con todos los estudiantes de la clase y así promover las dinámicas grupales, que nos permitirán conseguir que los alumnos se conozcan mejor, que interactúen de forma positiva, que estén motivados para trabajar en equipo, que tomen decisiones consensuadas…
  7. Establece metas factibles y medibles: ¡Pero no por ello deben dejar de ser todo un desafío! Es importante diseñar unos objetivos alcanzables, pero que impliquen cierto reto y esfuerzo. Además, asegúrate de que los alumnos y alumnas los hayan comprendido completamente: si tienen claras las metas para las que trabajan, será más probable que las alcancen.
  8. Aplica la Teoría de las Inteligencias Múltiples: Esta propuesta de Howard Gardner permite poner en valor las fortalezas de todo el alumnado y considerar que todos tienen algo que aportar. Algunos estudiantes aprenden mejor leyendo, otros manipulando, otros dibujando… Presenta el contenido de la materia utilizando diferentes medios para que todos los estudiantes tengan oportunidad de entenderlo de la manera que les resulte más sencilla.
  9. Cuida la comunicación con tu alumnado: Si buscas que todos tus alumnos y alumnas sienta que forma parte del proyecto común de la clase, es de vital importancia que mantengas una buena comunicación con ellos. Busca espacios para poder conversar y compartir sus impresiones, preocupaciones y opiniones. Son los que mejor te pueden ayudar a medir si los cambios realizados en la dinámica de trabajo están teniendo o no resultados.
  10. Fomenta la participación de las familias: Los familiares conocen muy bien a los alumnos y alumnas, pueden ayudarte a descubrir cómo trabajan más eficazmente y pueden ser un recurso muy valioso para un docente que está buscando diseñar un aula inclusiva. Establece con ellos una relación de confianza, manteniéndoles bien informados de todo lo que sucede dentro del aula y pidiendo su compromiso para conseguir algunos de los objetivos del curso.





























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