COMO ESCRIBIR POEMAS PARA LOS NIÑOS

 COMO ESCRIBIR POEMAS PARA LOS NIÑOS





Los poemas para niños pueden ser un género divertido porque muchos pequeños están interesados en la poesía que contiene imaginación, creatividad y humor. Después de hacer una lluvia de ideas creativas y elegir la forma poética con la que captarás a tus pequeños lectores, puedes empezar a escribir poesía que le será atractiva a tu joven audiencia.


Parte1
Empezar a escribir el poema






  1. Imagen titulada Write a Children's Poem Step 1

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Lee ejemplos de poesía para niños. Inspírate leyendo el trabajo de otras personas. Enfócate en poesía que sea popular entre los niños. Hay muchos poemas para niños súper conocidos como:[1] [2]

  • “El lagarto está llorando" de Federico García Lorca. [3]
  • “Los ratones” de Lope de Vega.[4]
  • “Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera...” de Antonio Machado.[5]
  • “El dentista en la selva” de Gloria Fuertes.[6]


  1. Imagen titulada Write a Children's Poem Step 2

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Encuentra una fuente de inspiración. Por lo general, los niños responden muy bien con el humor, en especial si son imágenes que evocan una situación o escena divertida. Puedes crear contenido para tu poema usando una imagen que consideres divertida o amena y, a partir de ahí, te puedes explayar.[7]

  • Por ejemplo, si cuando estabas camino al trabajo encontraste a una paloma enojada, puedes usar ese encuentro ameno con la paloma como fuente de inspiración para tu poema. Los niños se pueden divertir cuando vuelvas a contar la historia de cómo hiciste para escapar de esa paloma en una calle tan transitada de la cuidad.
  • También puedes usar algunos recuerdos de tu infancia o algunos de tus intereses como inspiración. Considera todo aquello que te hizo reír cuando eras joven y todo lo que te daba curiosidad o generaba intriga. El hacer esto te puede ayudar a entrar en la mente de un niño y recordar qué temas te hacían reír cuando eras pequeño.[8]
  • Por ejemplo, tal vez de niño te divertías jugando con serpientes de plástico. Es posible que recuerdes el momento en el que tu hermano trató de meterse la serpiente de plástico en la nariz y que después tú intentabas ayudarlo a sacarla de ahí. Esto te puede servir como inspiración para escribir un poema divertido sobre serpientes de plástico en la nariz.


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Analiza la situación desde la perspectiva de un niño. Puedes inspirarte al ver una situación o escena desde el punto de vista de tu audiencia. Analizar un momento desde la perspectiva de los niños puede ayudar a que notes algunos detalles o aspectos que sean atractivos para ellos. Eso también te puede permitir describir la escena con creatividad e imaginación.[9]

  • Por ejemplo, puedes considerar la idea de cómo un niño toma ir al dentista por primera vez. El dentista le puede parecer un cisne con un abrigo blanco y la silla del dentista le puede parecer una máquina del tiempo. Eso te puede inspirar a escribir un poema sobre la visita al dentista que termina siendo un viaje a través del tiempo.



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Intenta usar las rimas. Muchos poemas para niños están escritos en forma de rima. Eso quiere decir que el poema sigue cierto patrón o esquema de rimas. La mayoría de veces no es necesario que todos los versos del poema rimen porque puede sonar forzado, incluso hasta para los niños. En vez de eso, puedes hacer que algunos versos o palabras rimen para que el poema le suene divertido e interesante a tu joven audiencia.[10]
  • Por ejemplo, en el poema “Los ratones" de Lope de Vega solo riman algunas palabras; rima la palabra "ratones" con "opiniones" o "rato" con "gato".[11] Esto le da al poema la rima suficiente que necesita para tener musicalidad sin que se sienta exagerado o muy forzado.


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Escribe caligramas. Los caligramas son geniales porque los niños pueden ver en la hoja una imagen interesante. Por lo general, los caligramas son cortos y concisos (están limitados por el espacio disponible en la forma). Son una muy buena alternativa para ti si es que tienes en mente hacer poesía para niños.
  • Puedes hacer un caligrama con pocos versos, como un quinteto. Este es un poema de cinco versos en forma de diamante. Por lo general, es fácil de escribir y divertido para leer.[12]



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Experimenta con distintas formas. Muchos de los poemas para niños se escribieron teniendo muy en cuenta la cuestión de la brevedad porque, por lo general, los niños tienen un lapso de atención corto y además les gusta sentirse atraídos rápidamente. La forma corta de los "hiakus" es ideal en el caso de la poesía para niños. Los "hiakus" siguen un patrón de 5-7-5 (un verso tiene cinco sílabas, otro tiene siete y otro tiene cinco).[13]
  • También puedes intentar con la quintilla cómica. Este es un tipo de poesía para niños conocido por ser divertido, ridículo y absurdo; por eso, sería una opción ideal para el caso de los niños.[14]
  • Las quintillas cómicas tienen cinco versos y un esquema de rimas establecido. Los dos primeros versos riman entre sí, el segundo y tercero también y el quinto verso repite el primero o rima con él. Este esquema de rimas hace que las quintillas cómicas tengan más vida cuando se dicen en voz alta.
  • Algunas de las quintillas más conocidas son las rimas infantiles "Mamá Oca". Por lo general, las quintillas cómicas deben ser absurdas y sin sentido (eso hace que sean más atractivas para los niños).



SEGUNDA PARTE:   EMPEZAR A ESCRIBIR EL POEMA





Imagen titulada Write a Children's Poem Step 7
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Incluye detalles sensoriales. Los buenos poemas para niños tratan de involucrar a los cinco sentidos; desde el olfato hasta el oído, el gusto, el tacto y la vista. Asegúrate de que el poema tenga detalles que jueguen con los sentidos porque los niños responden muy bien a las descripciones sensoriales.[15]
  • Por ejemplo, si estás escribiendo un poema sobre la silla del dentista que se convierte en una máquina de tiempo, puedes describir los olores del consultorio del doctor y el sabor de la grapa dental en tu boca. También puedes pensar en mencionar qué sientes cuando te sientas en la silla del dentista y los sonidos que pueda hacer la silla mientras viajas a través del tiempo.



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Usa la aliteración y la repetición. En tu poema para niños, debes intentar incluir recursos literarios como la aliteración y la repetición. Estos dos recursos añadirán ese toque de gracia y creatividad que tu poema necesita para que le sea más atractivo a tu joven audiencia.[16]
  • La aliteración se da cuando palabras con la misma consonante, y a veces con la misma letra al principio, aparecen en secuencia. Por ejemplo, en el poema en inglés llamado “Los ratones” de Lope de Vega hay una aliteración en el siguiente verso: “Salió un ratón barbicano, colilargo, hociquirromo y encrespando el grueso lomo”.[17]
  • La repetición se da cuando se repite la misma palabra en sucesión o en el mismo verso. Por ejemplo, en el mismo poema de Lope de Vega, se repite la palabra ratones o gatos en todas las estrofas del poema.[18] Las palabras repetidas repetidas son como un estribillo para el poema.


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Agrégale un giro final o una sorpresa a tu poema. El humor combinado con un giro o una sorpresa puede ser una buena manera de captar la atención de los niños y hacer que se rían. Un giro o una sorpresa hacen que el poema sea un poco absurdo; algo que la mayoría de niños valorará. Puedes incluir cualquiera de los dos al final del poema.[19]
  • Por ejemplo, en el poema “Los ratones” de Lope de Vega, el giro final es cuando uno de los ratones pregunta cuál de todos será el encargado de ponerle el cascabel al gato (todos ya habían decidido que el cascabel era la mejor opción para evitar que este último se los coma).[20] Este giro final seguramente hará que los niños se rían con lo absurdo que puede sonar el que los ratones hayan tomado esa decisión, pero que nadie se atreva a hacerlo después.

    • esa decisión, pero que nadie se atreva a hacerlo después.

Parte3
Pulir el poema

  1. Imagen titulada Write a Children's Poem Step 10
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    Pídele a los niños que te den su opinión sobre el poema. Una vez que hayas terminado tu poema para niños, habla directamente con tu público objetivo para que te brinden su opinión. Lee tu poema en voz alta para que tus hijos o el salón de estudiantes te escuche. Observa sus reacciones y date cuenta del momento en el que ríen o sueltan una sonrisa. Presta atención a cómo reaccionan frente al tipo de poema y palabras que usaste.[21]
    • Si el poema no funciona, tal vez tengas que revisarlo para que llame más la atención de los niños. Es posible que tengas que incluir más detalles sensoriales o quizás el poema tenga que ser más corto para que sea más rápido y divertido. También puedes agregarle un giro final a tu poema para sorprender a los niños y sacarles una sonrisa.
  2. Imagen titulada Write a Children's Poem Step 11
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    Verifica que el poema sea claro y breve. Debes revisar el poema para asegurarte de que el lenguaje sea simple y claro. También te tienes que asegurar de que el poema sea corto y de que vaya directo al grano porque los niños tienen un lapso de atención limitado y además les gusta sentirse atraídos por algo rápidamente.
    • También puedes usar los comentarios de los niños para revisar el poema. Ten muy en cuenta sus críticas constructivas porque lo que quieres es asegurarte de que el poema capte la atención de tu público objetivo.
  3. Imagen titulada Write a Children's Poem Step 12
    3
    Considera distribuir o publicar el poema. Si crees que tu poema es muy bueno, puedes distribuirlo entre tus hijos o entre los estudiantes jóvenes de tu clase. También puedes enviar el poema a revistas o periódicos para que lo publiquen.
    • Si decides enviar tu poema para que sea publicado, asegúrate de leer algunos ejemplos de poemas de la revista o periódico que escogiste para tener idea de qué es lo que buscan. Lo más probable es que ellos publiquen tu poema si es que tiene el mismo estilo y tono de otros poemas que ya fueron publicados.

POEMAS CORTOS PARA NIÑOS

Poemas cortos que los niños adorarán

1. Los ratones, de Lope de Vega

Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?

2. Agua, ¿dónde vas?, de Federico García Lorca

Agua, ¿dónde vas?
Riendo voy por el río
a las orillas del mar.

Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.

Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
Yo…, ¡temblar!


¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río y por la mar?
Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.

3. Mariposa del aire, de Federico García Lorca

Mariposa del aire,
¡Qué hermosa eres!
Mariposa del aire
dorada y verde.

Luz de candil,
Mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!
No te quieres parar,
pararte no quieres.

Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
Mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!
¡quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?



4. Canción de cuna del elefante, de Adriano del Valle

El elefante lloraba
porque no quería dormir…
Duerme elefantito mío,
que la luna te va a oír…

Papá elefante está cerca,
se oye en el Manglar su mugir;
Duerme elefantito mío,
que la luna te va a oír…

El elefante lloraba
y alzaba su trompa al viento…
parecía que en la luna
se limpiaba la nariz.

5. El lagarto está llorando

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer
su anillo de desposados.

¡Ay, su anillito de plomo!
¡Ay, su anillito plomado!

Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.

El sol, capitán redondo
lleva un chaleco de raso.

¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!

¡Ay, cómo lloran y lloran!
¡Ay, ay, cómo están llorando!

6. Pegasos, lindos pegasos, de Antonio Machado

Pegasos, lindos pegasos,
caballitos de madera.

Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.

En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.

¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!

7. Llega el invierno, de Marisol Perales

El señor invierno
se viste de blanco,
se pone el abrigo
porque está temblando.

Se va a la montaña,
se mete en el río,
y el parque y la calle
se llenan de frío.

Se encuentra a la lluvia
llorando, llorando,
y también al viento
que viene soplando.

¡Ven amigo sol!
Grita en el camino,
pero el sol no viene

 

porque se ha dormido.


 

8. La vaca estudiosa, de María Elena Walsh

Había una vez una vaca
en la Quebrada de Humahuaca.
Como era muy vieja,
muy vieja, estaba sorda de una oreja.

Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela.
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos.

La vio la maestra asustada
y dijo: – Estas equivocada.
Y la vaca le respondió:
¿Por qué no puedo estudiar yo?

La vaca, vestida de blanco,
se acomodó en el primer banco.
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa.
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa.
La gente llegaba en camiones,
en bicicletas y en aviones.

Y como el bochinche aumentaba
en la escuela nadie estudiaba.
La vaca, de pie en un rincón,
rumiaba sola la lección.

Un día toditos los chicos
se convirtieron en borricos.
Y en ese lugar de Humahuaca
la única sabia fue la vaca.

9. De ola en ola, de Antonio García Teijeiro

De ola en ola,
de rama en rama,
el viento silba
cada mañana.

De sol a sol,
de luna a luna,
la madre mece,
mece la cuna.

Esté en la playa
o esté en el puerto,
la barca mía
la lleva el viento.

10. Las gaviotas, de Julián Alonso

Mira las gaviotas
Volando en el puerto
Con sus alas blancas
Abiertas al viento.

Parecen cometas
Parecen pañuelos
Son sábanas blancas

que van por el cielo. 






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